“La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable”
Leonardo da Vinci
Vivimos de espaldas a la naturaleza, desde hace demasiado tiempo. Y se está acercando el camarero del planeta con la factura en la mano. Nadie conoce el importe exacto de la minuta, pero algunos ya hemos comprendido que será demasiado alto, que tal vez no podamos pagarlo y que, en el mejor de los casos, tardaremos varias generaciones en satisfacerlo.
No lo dice Greta Thunberg, no lo dice Greenpeace, no lo dice la ONU o el organismo que sea… lo dice la sabiduría ancestral que, a pesar los pesares, pervive a través del tiempo y nos llega a través de los más conscientes de entre nosotros. Personas capaces de identificar y leer las líneas que nos relacionan y que nos incluyen dentro del mismo mapa.
Un gran explorador de esos territorios de vida fue el polímata florentino Leonardo da Vinci (1452- 1519): pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta, urbanista y… botánico.
A esta última faceta de entre las muchas de ese sabio y artista total que fue Leonardo, Aboca ha dedicado, en los últimos meses de 2019, una espléndida exposición en el complejo Santa María Novella (Florencia) bajo el lema de: La Botánica de Leonardo. Como hemos podido leer en la prensa, la muestra no solo ha sido un homenaje al legado de Leonardo, sino la constatación incuestionable de cómo “la comunidad científica actual”, ante los hallazgos y el pensamiento del italiano, se ha de comprometer a “reinterpretar en profundidad la relación entre el ser humano y la naturaleza”.
El pensamiento de Da Vinci era complejo pero simple a la vez: él veía la relación entre todas las cosas del Universo. Y no una relación casual o caprichosa sino matemática y sujeta a patrones replicables de cuyo estudio podríamos sacar espectaculares conclusiones. Para la realización de su arte, tomó como base formas geométricas que todo lo contienen y lo engloban. (Todos recordamos el famoso hombre de Vitrubio ¿verdad?) De la misma forma, para la botánica estableció parámetros y análisis que reformularon toda la ciencia que se conocía hasta la fecha, adelantándose a lo que vivimos en la actualidad.
Este dibujo ha representado durante años un concepto de antropocentrismo que de alguna manera desbancaba a Dios como centro de todas las cosas. El hombre ocupaba un lugar preeminente en la Tierra. Y sin embargo nuestra carrera sin control en la exploración de ese planeta tal vez nos está convirtiendo en el centro de la destrucción y no del equilibrio.
Leonardo dedicó los 67 años de su prolífica existencia a estudiar las correspondencias entre todas las cosas vivas del Universo. Las enfermedades existían, pero existían las plantas para curarlas. Y desde el sencillo diseño de una hoja o el caparazón de un animal, podía construirse cualquier cosa monumental. Inteligencia emocional y sensorial. Escuchemos la voz de las plantas, la voz de Leonardo y la del Planeta.
Tienen mucho que contarnos.
Equipo Close